domingo, 23 de marzo de 2008
MAILING LIAT
En la última semana, en el cuartel general de El Fabuloso Equipo Mierda hemos recibido una serie de misivas en las que se nos invita a participar en un evento lúdico deportivo de lectura comparada de las obras completas de Milan Kundera y MC SAR & The Real McCoy, todo ello convenientemente aderezado con una orgia tecno-julandrónica de fondo como colofón.
Ni qué decir tiene que agradecemos profundamente estas sinceras muestras de interés por nuestra sencilla trayectoria como comentaristas de los obituarios de La Razón y procederemos a desgranar la lista de conferenciantes invitados que nos ha sido remitida por ellos mismos con grandes muestras de sinceridad y despojo: Luciano Delano, individuo al que lamento no conocer (y esto ya es un delito de magnitud 3), me ofrece no-se-qué-coños para que her labios estén full. Hay evidentemente alguna paradoja encriptada en este primer ofrecimiento que no atino a desbaratar; no comprendo este cipote. En la misma línea de sugerencia (make her wet instantly), Mateo Hagan parece incitar a la acción en grupo, lo que me lleva a pensar en el tamaño del despropósito, momento en el que Gasper Grande me ofrece sus servicios: "Add inches como si no hubiera dios, hoygan".
Para que no decaiga, uno que lleva por mal nombre el de un supervillano de mi infancia -Zoltan Bazinet- me ofrece algo cuyo funcionamiento no comprendo muy bien , pero intuyo relacionado con heces, lo que motiva la entrada en escena de La Ley.
Laley Damm insiste en los términos del size increase apoyado de cerca por Faisel Zamora y Carlysle Cuéllar, para que todo quede en casa, y proceden a incautarse de todo lo anterior mientras Eivan Kirvan postula:"Pink nipples are my true love" sin propósito definido ni San Pedro que se la bendiga.
Naim Gaiola, Berton English, y Gallan Moses asienten inconscientes y orientados con la connivencia de Yvonne Dghfhhhh, el gran cerebro "taapdo" de todo este percal.
Entusiasmados como estamos con la idea de echarnos a la cara las obras señeras de ese monstruo de la espiritualidad contemporánea, fíjense ustedes que hasta se nos ha olvidado dar parte a la Guardia Civil.
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10 comentarios:
Aquí la Guardia Vigil. Nos paice mu mal que no nos hayan dado parte y nos hayamos tenido que enterar a base de espiarsus. A ver si vamos a tener que sacar la mano a pasear.Quedan ustedes avisaos, a mandar.
Císcome en la Menemérita, rediez. Amos a darsus de garrotazos por debajoltricornio que vais a ver que bien.
Iconoclastas!!
Sufro mucho con estas irreverencias a la Guarida di Vil. El reparto sin dolor me reporta una gran pene capital. Capital es hablar hoy de lo nacional, concretamente lo policía nacional. Más madera y menos tricornios de la Bernardez.
Sufro mucho con estas irreverencias a la Guarida di Vil. El reparto sin dolor me reporta una gran pene capital. Capital es hablar hoy de lo nacional, concretamente lo policía nacional. Más madera y menos tricornios de la Bernardez.
Hete aquí la Petenérita. Tenemos sitio en el cuartelirio patós ustedes menos para el probo ciudaldeano que emitió el postrer comentárido. ¡Gracias señor O´Císculo por salir en defensa del Cuerpo Ahumano! A mandar.
Esto es un borracho que llega a casa y se mete en la cocina. Al rato
se levanta la mujer y va donde el borracho, y le pregunta:
- ¿Se puede saber qué haces?
- Aquí, haciendo el puzzle del tigre...
- Anda, deja el paquete de Frosties y vamos a la cama.
Pues no le veo la gracia a nada de esto...
Era un ladron que estaba robando en una casa pero con tal mala suerte que
llegaron los dueños de la casa y lo vieron, entonces, el ladron les dijo:
-Como ya me han pillao , les voy a tener que matar, pero antes quiero saber
sus nombres.
L e pregunta a la muchacha primero y ella le dice:
-Isabel.
Y el ladrón responde:
-Vaya!, A ti no te puedo matar porque asi se llama mi madre!.
Después le pregunta al muchacho y éste le dice:
-Me llamo Juan, pero mis amigos me dicen ISABEL!!!
Era un subinspector de hacienda que estaba robando en una casa de dos puertas, con tal mala suerte que vinieron los sarracenos y nos molieron a palos, entonces, el ladron les dijo:
-Como ya me han pillao , les voy a tener que matar, pero antes quiero oírles recitar la lista de los reyes godos.
Le pregunta a la muchacha primero y ella le dice:
-Atanagildo.
Y el ladrón responde:
-Vaya!, A ti no te puedo matar porque asi se llama mi madre!.
Después le pregunta al otro bobo y éste le dice:
-Recaredo, pero todos le llamábamos Antonia Gilda.
Desesperado, el ladrón se suicida empotrando su SEAT Agila entre Pinto y la morgue. Sus restos decoran hoy el osario de Wamba, junto a los de la madre de Wambi.
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